Biblioteca Bilingüe
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Su obra no es reflejo, sino reacción ante una vida insignificante de burócrata, la jaula de una existencia anodina de la que quiere escapar dando rienda suelta a una imaginación desbordante con el temor permanente de rozar la locura.
Son muchas las opiniones que se han vertido sobre la correcta traducción del título original (Die Verwandlung), pero creemos que la intención de Kafka al utilizar ese término neutro, era no dar lugar a interpretaciones concretas y por ello eligió una expresión sin connotaciones ni referencias a la literatura latina, ni tampoco a la entomología ni a la doctrina cristiana.
El título alemán podría haberse traducido también como La transfiguración, o incluso La transubstanciación, como señala irónicamente Kurt Weinberg, aludiendo a esa pasión y muerte, casi cristianas, del sacrificado protagonista, que sobrelleva su desgracia con serenidad y resulta más humano que su propia familia.
No obstante, un título así también hubiera condicionado obviamente la lectura de la obra, inscribiéndola en un marco concreto –muy diferente– y circunscribiéndola a una interpretación limitada y por tanto empobrecedora.
Sabemos, claro está, que Kafka admiraba a Goethe y a Flaubert ¿pero existen pruebas de que Kafka leyera a Ovidio? En sus diarios desde luego no aparecen referencias a ello.
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LANGRE CAÑADA NUEVA 36. SAN LORENZO DE EL ESCORIAL. MADRID